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SEÑALES DE ALERTA PARA DETECTAR EL AUTISMO

Detectar y diagnosticar a un niño con rasgos TEA es muy importante para poder ofrecerle una mejor y temprana atención terapéutica, ofreciéndole, así, una respuesta adecuada a las posibles necesidades transitorias o no que presenten en su desarrollo beneficiando, de este modo, al pequeño y en consecuencia de todo su entorno. 

El desarrollo infantil en los primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción social. Pero con facilidad podemos observar que cada niño es un mundo y que, por ello, adquieren las mismas habilidades a diferentes tempos, llevando a cabo su propio proceso. No obstante, debemos estar atentos y fijarnos si pasado un tiempo prudencial no desarrollan dichas habilidades o siguen mostrando carencias o dificultades.

Por ejemplo, dificultades para relacionarse con otras personas, como la forma en que presenta atención por algunos aspectos o objetos concretos o se desenvuelve con su entorno, pueden ser signos de alerta, los cuales pueden suponer un retraso en la adquisición del habla, del lenguaje o lo que es más complicado, un trastorno del desarrollo o del espectro del autismo. Hay que estar atentos y observar si se presentan estas características junto a otras particularidades especificas para poder informarnos y orientarnos de que posibilidades podemos ofrecerle a nuestro pequeño.

Más abajo, se presenta una imagen y una lista de que aquellas señales de alerta más destacadas y a tener en cuenta. Es una lista de señales de alerta que los niños de 12 a 24 meses pueden presentar si presentan riesgo de tener TEA. De todos modos, esto es tan solo es un listado de indicios a tener presente y para poder empoderar a todos aquellos papás y mamás que sospechan que algo no acaba de funcionar bien, pero solo un profesional cualificado y con experiencia puede diagnosticar correctamente si alguien presenta o no TEA.

 Los niños de 12 a 24 meses con riesgo de tener un TEA puede que SI:

  • Hablen o balbuceen con un tono de voz extraño.
  • Muestren una rara sensibilidad a alguna entrada sensorial (luces, sonidos, texturas).
  • No sueltan algún objeto, aunque lleven con él mucho tiempo.
  • Hagan movimientos extraños con el cuerpo o las manos, como aleteos o movimientos rítmicos de la cabeza.
  • Jueguen con sus juguetes de una forma extraña y repetitiva.
  • No muestren entusiasmo por explorar cosas nuevas o parezcan poco activos.
  • Se enfaden en exceso o sean difíciles de calmar.

Los niños de 12 a 24 meses con riesgo de tener un TEA puede que NO:

  • Señalen cosas con el dedo o pidan de esta manera cosas que quieren.
  • Balbuceen o hablen con otra persona en un amago de conversación.
  • Intenten hacerse con la atención de otros.
  • Sonrían en respuesta a tu sonrisa.
  • Hagan un buen contacto visual.
  • Muestren objetos a otros.
  • Respondan cuando se les llama.
  • Miren cuando intentas dirigir su atención hacia otros.
  • Les guste que les abracen o les mimen.
  • Digan sus primeras palabras entre los 12 y los 24 meses.
  • Usen gestos comunes y un lenguaje corporal claro.
  • Muestren que comparten una alegría o una diversión.
  • Muestren interés en otros niños.
  • Tengan una gran variedad de expresiones faciales.





Bibliografía:

Texto escrito por MARIONA ALSEDÀ FLORENSA

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LA EXPERIENCIA DE DOLOR

¿Qué es la Hiper o hiposensibilidad? ¿Sufren los niños con TEA hiper o hiposensibiliad? ¿Cómo detectarla? ¿Cómo podemos ayudarles? En el siguiente artículo se intenta resolver estas dudas.

Muchos padres y profesionales que trabajamos con niños y adolescentes con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) hemos observado la experiencia de las respuestas irregulares de una buena parte de los niños con TEA a estímulos dolorosos, generalmente expresada como menor sensibilidad (hiposensibilidad) al dolor, aunque también cabe la hipersensibilidad. El DSM-5 incluye dentro del grupo B referente a los patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento un criterio que indica:

Hiper o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno (p.ej., indiferente aparente al dolor/temperatura, respuestas adversas a sonidos o texturas específicos, olfateo o palpación excesiva de objetos, fascinación visual por las luces o el movimiento.

En este artículo se refiere únicamente al dolor físico y a la hiposensibilidad al dolor, dado los riesgos que comporta para el niño con TEA no verbal el no poder expresar su experiencia dolorosa.

¿QUÉ ES EL DOLOR?

El dolor es la integración de una serie de percepciones físicas que advierten a la persona del riesgo de “daño físico” o que este “daño” ya ha ocurrido. No todos percibimos de igual forma el dolor, porque además de la experiencia física, esa percepción se acompaña de una serie de elementos emocionales que pueden hacer variar la respuesta. Es decir que el dolor es una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a una lesión presente o posible (Kandel E et al, 2000). Aquí podemos ver el primer punto, porque la definición se refiere a la “integración de una serie de percepciones” y sabemos que la integración-percepción sensorial presenta sus irregularidades, problemas o diferencias dentro de la población con TEA. 

Este dolor puede ser agudo o crónico.  El dolor agudo es reflejo de una lesión que activa mecanismos inmediatos de protección, tiene ese sentido: protegernos.  Ahora bien, el dolor crónico carece de sentido, sencillamente es la experiencia persistente a lo largo del tiempo del resultado de una lesión o de mecanismos fisiológicos que se han alterado como consecuencia de esa lesión.

¿CÓMO PERCIBIMOS EL DOLOR?

El dolor es una percepción compleja. Para simplificar este complejo mecanismo recurriremos a un esquema, sin entrar en los complejos mecanismos neurales que ofrecen el sustrato para la sensación-percepción del dolor.

  • Los nociceptores reciben información y desencadenan una respuesta de protección inmediata que es refleja.
  • Posteriormente el dolor es localizado y hay una respuesta de alerta general en el individuo que ya es plenamente consciente del estímulo sentido y percibido. El dolor es una experiencia sensorial y emocional a la vez.
  • Seguidamente se producen cambios conductuales.
  • Se busca la analgesia y se consigue, en diferentes grados, a través de diversos mecanismos.

¿QUÉ ALTERACIONES SE OBSERVAN EN LOS NIÑOS CON TEA EN RELACIÓN AL DOLOR?

El punto que preocupa es la hiposensibilidad al dolor y el consecuente riesgo de sufrir lesiones importantes sin alertas que nos permitan detectarlas.  Pero también otro punto es importante: hiposensibilidad no implica que no duela, literalmente significa que duele menos. El gráfico siguiente busca consolidar información referente a los cambios relacionados con la percepción del dolor en niños con TEA:

Para completar este punto quiero anotar algunas ideas generales para la reflexión:

  • Los niños inevitablemente experimentan dolor como parte de sus vidas diarias y con mucha frecuencia dependen de sus cuidadores para lograr aliviar ese dolor. Es importante, entonces, que los cuidadores sean capaces de reconocer las expresiones de dolor y proveer de las medidas para aliviarlo. En el caso de los niños con dificultades en la comunicación esto puede ser muy dificultoso. Las limitaciones del lenguaje en esta población pueden contribuir a las limitaciones en la comunicación de “su dolor” a otros (Messmer RL, 2008).
  • La actividad facial o las variaciones en la expresión facial se presentan como el indicador más importante para juzgar el dolor. Muchos de los mecanismos para lidiar con el dolor se relacionan con cambios en el comportamiento, dentro de estos los cambios en la expresión facial resultan ser frecuentes y muy importantes.
  • Poco encontramos escrito sobre dolor en niños con TEA en toda la bibliografía referente al dolor. Sus dificultades en la comunicación pueden conducir a dos problemas: que su dolor no sea reconocido y que su dolor quede sin tratamiento (Alley CS, 2013).

PRECAUCIONES QUE DEBEMOS TOMAR

Hiposensibilidad al dolor, no implica que este no se sienta o que no sea dañino, como ya hemos referido en el aparato anterior. Todos tenemos que estar alerta:

  1. Ocurre en los niños con TEA que la sensación de dolor pero su interpretación puede ser diferente. Esto implica la necesidad de buscar mecanismos para evitar, minimizar y aliviar el dolor.
  2. Aunque respondan poco al dolor la posibilidad de daño físico existe y hay que prevenirlo.
  3. Pueden aprender mecanismos no apropiados buscando provocar dolor como forma de regulación interna ante estímulos excesivos o muy demandantes.

¿Cuanto puede dolerles? Medir el grado de percepción del dolor es complejo, especialmente en niños con TEA que no son verbales. Una respuesta primaria a la que debemos estar atentos es el llanto, sin embargo, no siempre ocurre. Se han desarrollado diversas escalas cuya validación se ha logrado en diversidad de grupos (niños no verbales, con discapacidades físicas o intelectuales, etc.) a las que en determinado momento se puede recurrir.

Finalmente se recomienda estar atento a las expresiones faciales porque pueden ser nuestro único indicativo de la percepción de un estímulo doloroso.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Allely CS. Pain sensitivity and observer perception of pain in individuals with Autistic Spectrum Disorder.  The scientific World Journal 2013.
  2. Kandel ER, Schwarts JH, Jessel T. Principios de Neurociencia, IV edición.  Editorial McGraw Hill Interamericana de España, S.A., 2001.
  3. Messmer RL, Nader R, Craig KD. Brief report: judging pain intensity in children with autism undergoing venipuncture.  Journal of Autism and Developmental Disorders 2008; 38: 1391-1394.
  4. Prkarchin KM. Assessin pain by facial expression: facial expression as nexus.  Pain Red Management 2009; 14(1): 53-58.

Texto editado por Mariona Alsedà Florensa de la página de Autismo Diario y Carlos Orellana

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Autismo_Factores relacionales en Musicoterapia

 
Autismo: factores relacionales en Musicoterapia (ScienceDaily)

Puede que no sorprenda que las buenas relaciones generen buenos resultados, ya que las experiencias relacionales significativas son cruciales para todos nosotros en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, el desarrollo de una relación con un niño con autismo puede verse afectado debido al nivel de síntomas que interfieren con el desarrollo típico de las habilidades emocionales y sociales.
En un nuevo estudio, los investigadores de GAMUT, Uni Research Health y la Universidad de Bergen, podrían mostrar que la calidad de la relación terapéutica predice cambios generalizados en las habilidades sociales en niños diagnosticados con una condición del espectro autista (ASC).
Este estudio de predicción incluyó a 48 niños de entre 4 y 7 años que recibieron musicoterapia de improvisación semanalmente durante un período de 5 meses. Los resultados relacionados con las habilidades sociales del niño se midieron antes y después del tratamiento. Con base en los videos de la sesión, los investigadores evaluaron la relación entre el niño y el terapeuta.
Los resultados de este estudio muestran una reducción significativa de los síntomas, si se desarrolló una relación en la que el terapeuta se sintonizó emocional y musicalmente con las expresiones del niño. Especialmente una mejora de las habilidades de comunicación y lenguaje se asoció con la calidad de la relación terapéutica.
 
Sintonía como mecanismo de cambio
Los procesos de sintonía entre humanos se describen particularmente para las interacciones tempranas entre los bebés y sus cuidadores. Se ha sugerido que la capacidad del cuidador para sintonizar y sincronizarse con los movimientos, ritmos y afectos del bebé influye en el apego y el desarrollo de la comprensión social. Dentro de estos intercambios musicales armonizados, las experiencias infantiles se experimentan y se comprenden emocionalmente.
En musicoterapia con niños con autismo, los terapeutas intentan transferir los principios de los primeros procesos de interacción al hacer música que se adapta específicamente a los sonidos, movimientos, posturas y afectos del niño. Esto debería permitir momentos de sincronización y sintonización, explica Karin Mössler en Uni Research.
Mössler es el investigador principal del estudio.
 
Niños con autismo infantil  
Centrarse en la sintonía musical y emocional podría ser especialmente importante para los niños con autismo infantil de bajo funcionamiento, ya que podría ser especialmente poderoso cuando se trabaja con procesamiento sensorial, regulación del afecto o desviaciones relacionadas con los movimientos del niño, todos los cuales pueden verse afectados de forma crucial en estos niños. Aunque los resultados primarios de un estudio relacionado que investiga los efectos de la musicoterapia con niños con autismo, no muestran que la musicoterapia funcione mejor que otras terapias, el análisis de subgrupos identificó que los niños con autismo infantil o discapacidad intelectual coexistente mejoran en mayor medida desde musicoterapia que los niños con otro diagnóstico de autismo.
 
Comportamiento estereotípico como recurso
En este sentido, se debe prestar especial atención a las estrategias de intervención que fomentan la relación a través de la sintonía musical y emocional. Estas estrategias deberían ayudar a los terapeutas pero también a los padres de los niños con TEA a sobrellevar el nivel de síntomas del niño, por ejemplo, usando sus movimientos repetitivos o de estereotipo y expresiones afectivas como recurso y punto de partida para la sintonía.
 

 
 
 
 
Texto traducido de:
https://www.sciencedaily.com/releases/2017/11/171106095751.htm

Materials provided by Uni ResearchNote: Content may be edited for style and length.

 
 
 

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Musicoterapia en el Hospital Pediátrico

La realidad que encontramos en hospitales pediátricos tiene un entramado de muchas variables por un lado la situación de las familias, que se sienten desbordadas ante el ingreso hospitalario de su hijo, y los niños que viven muchas experiencias que pueden conllevar dolor y sufrimiento. Los pacientes de pediatría, especialmente los más pequeños, no tienen la madurez emocional necesaria para comprender, asimilar y manejar todo lo que les está sucediendo.

Los objetivos de trabajo son dos, principalmente:

  1. Reducir la ansiedad y el estrés en niños y familiares facilitando la expresión emocional y promoviendo cambios positivos en los estados de humor.

  2. Reducir la percepción del dolor.

Trabajamos con música en vivo basándonos en las investigaciones que avalan esta metodología. Las técnicas de intervención que usamos son la audición musical en vivo, el trabajo con repertorio de canciones e improvisación musical.

Musicoterapia es la intervención clínica utilizando la música para conseguir objetivos terapéuticos por un profesional titulado. Es una profesión de la salud estable que utiliza la música y la relación terapéutica para el tratamiento de las funciones físico, psicológico, cognitivo, emocionales y sociales del paciente. Hay estudios realizados con resultados muy favorables cuando las intervenciones son dirigidas a reducir el dolor, la ansiedad y la depresión. La Musicoterapia es particularmente adaptativa a todas las condiciones humanas. La música tiene la capacidad de energetizar o relajar, facilitar el pensamiento o distraer nuestra atención. Nos ayuda a contactar con la realidad o a facilitar espacios para desarrollar la creatividad y la fantasía. Las sesiones de musicoterapia promueven la expresión emocional dotando de sentido las circunstancias personales del individuo. En España la disciplina está en el comienzo de su proliferación, en un principio demostrando sus posibilidades al personal sanitario y realizando investigaciones para su consolidación. Actualmente trabajan distintos equipos de musicoterapeutas en hospitales de Barcelona y Madrid con adultos y niños en diferentes servicios.

Contexto hospitalario

La situación de las familias en el hospital es compleja, y cada familia lo vive de manera diferente. Pero es una realidad y un aspecto común que ante la situación de ingreso hospitalario de un niño, los padres se sienten desbordados. Los padres se turnan para poder estar con su hijo, y reciben apoyo de familiares, amigos y asociaciones. En el momento de la hospitalización centran toda su energía en su hijo enfermo. La familia entera entra en crisis y se desarrollan cambios en toda su estructura: en los hermanos, los padres, los abuelos y en el niño hospitalizado. La crisis se sustenta en el miedo, la ansiedad y la impotencia que todos acarrean ante una situación que no manejan, en la que intervienen poco de forma activa y que, en definitiva, les desborda. Están en un espacio de donde creen que ellos no pueden hacer nada, porque no son médicos, ni enfermeras, y no poseen conocimientos de lo que le está pasando a su hijo, ni saben que es lo que le puede pasar. ¿Cómo pueden salir airosos de esta situación que les provoca sentimiento de culpabilidad, ansiedad y miedo…. sin saber muy bien como acercarse a sus hijos?

Así mismo, los niños también experimentan todo esto además de la sensación de soledad debido al aislamiento social normalizado. Además, están viviendo en un ambiente que no le es familiar, que no es confortable, donde viven muchas experiencias que pueden conllevar dolor y sufrimiento. Cirugía, estancia en UCI, sala de aislamiento, rehabilitación, toma de medicación, curas, idas y venidas del personal sanitario … Continuo bombardeo de estímulos sensoriales y zonas totalmente mecanizadas donde los niños son sujetos pasivos de su proceso curativo. Los niños, especialmente los más pequeños, no tienen la madurez emocional necesaria para comprender, asimilar y manejar todo lo que les está sucediendo y les rodea. Existe mucha documentación que muestra que la hospitalización es uno de los aspectos más estresantes que un niño puede experimentar. (Langford, 1961; Belmont, 1970; Menke, 1981; Froehlich, 1984, en Dun 1995). Para el niño hospitalizado, la musicoterapia puede ser una alternativa de comunicación, ya que le da la oportunidad de expresar sus emociones sin necesidad, en principio, de ponerle palabras. En ocasiones, es difícil para un niño explicar cómo está siendo su experiencia, especialmente para los más pequeños ya que sus habilidades lingüísticas todavía no están desarrolladas. (Mc Donnell, 1984 en Dun 1995). Existen estudios que indican que los bebés por debajo de los tres meses muestran síntomas de angustia cuando son separados de su madre. La separación en niños de 6 meses puede producir estados de sufrimiento o llanto continuado (Petrillo and Sanger, 1980 en Marley, 1984). Niños pequeños entre 1 y 3 años muestran una gran cantidad de estrés durante la separación. En esta edad, la dependencia de la madre es muy fuerte. Su mayor miedo es poder ser abandonados. (Petrillo and Sanger, 1980 en Marley 1984).

Las sesiones de Musicoterapia brindan una experiencia a niños y familiares que ayuda a normalizar y familiarizarse con el ambiente hospitalario tan extraño y, en ocasiones, tan hostil. La experiencia con la música les da la oportunidad de tener contacto con situaciones que no están relacionadas con el mundo hospitalario, dando una estimulación positiva y sensación de seguridad porque son parte activa de algo: cantan, tocan instrumentos, o se mueven al ritmo de la música.

Una vez que somos conscientes de todas la variables cognitivas, físicas y emocionales que rodean a los niños y familiares en el ambiente hospitalario, podemos hacer una planificación de objetivos cara a realizar la intervención con Musicoterapia.

Objetivos de trabajo

  1. Reducir la ansiedad y el estrés en niños y familiares facilitando la expresión emocional y promoviendo cambios positivos en los estados de humor.

Muchos padres expresan la sensación de no poder servir de ayuda, o de no poder hacer nada por sus hijos. El personal sanitario está tratando a sus hijos mientras ellos, los que mejor los conocen , no pueden ayudar en nada. Por ello, es importante hacer participar a los padres en las sesiones de Musicoterapia. Para atender a los niños que no pueden hablar con el musicoterapeuta, se les pregunta a los padres cuáles son sus canciones favoritas, que música escuchan en casa, y se les invita a unirse a la sesión. Ante la invitación suelen responder, habitualmente, de forma afirmativa. Por una parte, les ayuda a sentirse útiles haciendo algo positivo por su hijo de forma activa. Además, se les da la oportunidad de interactuar con su hijo de una manera distinta a la habitual en un ambiente de hospitalización. La creatividad, el juego, y la música activan mecanismos que ayudan a paliar la situación de estrés y ansiedad en la que están inmersos.

“La Musicoterapia ha sido usada con niños hospitalizados para ofrecer alivio y seguridad y ofrecer un sentido de normalidad a los pacientes y sus familias. Puede ser también de gran ayuda para reducir el estrés de la familia y de los pacientes” (Bailey, 1986, en Dun 1995)

“Escuchar sus preferencias musicales ha demostrados ser efectiva en la reducción de estrés y el incremento de la relajación en un estudio realizado donde el principal estímulo era la audición musical” (Davis and Thaut, 1989, en Dun 1995)

Además, la reducción de la ansiedad ayuda a la sensación de tener más control sobre la situación.

  2. Reducir la percepción del dolor

Los factores que afectan en la percepción del dolor según Wepman son los siguientes:

Factores cognitivos: esperanzas positivas o negativas del dolor y sentimientos de control o impotencia.

Factores emocionales: la ansiedad y la “vigilancia”, que es un mecanismo se supervivencia íntimamente ligado con la ansiedad y que provoca un aumento de la percepción de los estímulos.

Factores simbólicos: Juegan un papel importante en la percepción del dolor, cuando el dolor tiene connotaciones simbólicas especiales.

Se podría afirmar que el umbral del dolor depende en gran medida del estado anímico y emocional del paciente. Sobre estos factores es sobre los que se basan las investigaciones y los tratamientos en musicoterapia. La música se puede utilizar para reducir la percepción del dolor como foco activo de atención o distracción utilizando estímulos musicales ambientales positivos.

“Al utilizar un estímulo musical durante una intervención médica se reduce significativamente la percepción del dolor distrayendo al paciente hacia el estímulo musical.” (Malone, 1996)

La estimulación a través del sonido como forma de controlar el dolor se usa en diferentes ámbitos hospitalarios. Se conoce como “audioanalgesia” al uso de la música como analgesia efectiva del dolor. Se ha constatado su eficacia en operaciones dentales y, actualmente, se está comprobando su eficacia en otros ámbitos. (Gadner et al. 1960).

“El efecto beneficioso de la música fue observado con niños durante el período postoperatorio de cirugía de corazón, en el pulso cardiaco, la capacidad pulmonar y en la reducción del dolor (usando la escala de dolor facial). Sin embargo son necesarios los estudios en mayor profundidad” (Hatem et al. 2006)

El estímulo musical envolvente afín a los gustos del niño hace que el umbral del dolor varíe, generando un ambiente de calma y más distendido durante la intervención, facilitando, además, el trabajo del personal sanitario. De esta manera, y siempre que el personal sanitario nos lo solicite, hemos acompañado musicalmente durante la retirada catéter y vías intravenosas, curas, así como la realización de diferentes procedimientos de enfermería. A través de la música se crea un clima diferente al habitual donde la música es el medio de expresión y canalización del dolor.

Trabajo en la planta

Fase preliminar

Información de casos en control de enfermería: El trabajo de los musicoterapeutas está siendo apoyado por el personal hospitalario y los responsables del servicio de cardiología pediátrica. Esto facilita el trabajo y hace que sea más fácil y efectivo.

Al llegar a la planta se reúnen con las enfermeras que puedan atendernos en ese momento y nos cuentan cómo es la situación ese día. Se informa de los niños ingresados y su estado, nuevas altas y/o bajas y nos indican cuales son los candidatos ideales para tratar con Musicoterapia ese día. Normalmente se da prioridad a los siguientes casos:

Niños menores de dos años.

Niños hospitalizados de larga estancia y que han pasado por el procedimiento de Fontan.

Niños que acaban de subir de UCI o van a bajar a quirófano.

Niños que padecen síndrome de abstinencia.

Niños que van a tener en esa tarde una intervención concreta: realizarles una cura cambio de vía, retirar catéter…

Niños con síntomas de decaimiento, nerviosismo, ansiedad o depresión.

Registramos la información en unas fichas reservando en el anonimato los datos personales del paciente:

La edad y el sexo.

Motivo de la intervención: Nerviosismo, falta de sueño, S.A., decaimiento…

Situación actual en la que se encuentra el paciente: antes o después de una intervención, si están acompañados, larga o corta estancia, etc.…

Información a las familias y consentimiento informado: A cada una de las familias a las que se va a atender se les explica en qué consiste nuestro trabajo, cuáles son los objetivos concretos que queremos conseguir con la intervención y cómo lo vamos a hacer. Se resuelven las posibles dudas y los familiares deciden si quieren que entremos o no. Si la respuesta es afirmativa deberán firmar un consentimiento informado que se archivará junto a la documentación de la intervención como las fichas de supervisión y de constantes vitales.

Antes de comenzar la sesión, se habla con el niño brevemente si tiene leguaje, para hacer una evaluación previa de sus facultades físicas y mentales. También con los familiares y les preguntamos si quieren hacer musicalmente algo en especial: alguna canción concreta, algún estilo, etc. Se nos han dado diferentes situaciones en este sentido como por ejemplo niños que estudian un instrumento musical, otro joven apasionado del flamenco y que estudiaba guitarra, padres aficionados a la música clásica y, por supuesto, los éxitos del momento.

Desarrollo de la sesión

Con toda la información recogida anteriormente a nivel médico, psicológico y, teniendo en cuenta, el momento concreto que están viviendo el niño y la familia, se decide qué creemos que está necesitando el paciente y cual es la mejor intervención a realizar:

Instrumentación de canciones.

Improvisaciones instrumentales: melódicas o de percusión.

Improvisaciones vocales: con o sin texto.

Canciones concretas.

Actividades que impliquen el movimiento o la expresión corporal.

Música para inducir al sueño.

Creación de canciones.

Relajación musical, etc.

Durante el desarrollo de la sesión se está pendiente del monitor por si hubiera cambios significativos en las constantes del paciente que debieran después ser registradas o evaluadas.

Recogida de información y supervisión

Después de cada intervención se realiza la evaluación de la sesión completando dos fichas. Una médica y otra específica de musicoterapia y forma de actuación del paciente. En la ficha médica tenemos en cuenta sobre todo la frecuencia cardiaca y respiratoria, y la saturación de oxígeno. Se anotan los valores antes y después de la intervención. En la ficha de musicoterapia anotamos las actividades que hemos realizado y describimos cómo ha sido musicalmente la sesión y la respuesta del paciente: Tonalidad, escalas, tempo, ritmo, dinámicas, etc. y cómo ha afectado en el cambio de humor, emoción, relajación o activación del paciente. Todo queda registrado y archivado.

Técnicas musicoterapéuticas

Importancia de la música en vivo: La música en vivo puede adecuarse al momento presente y adaptarse de forma inmediata a lo que está sucediendo en ese momento, al ritmo de cada niño o del grupo que participa en la sesión. Esto permite que el impacto sonoro sea más rico y que todos los participantes puedan acceder a la música sea cual sea su ritmo interno, su tonalidad y la realidad física y/o cognitiva que le acompañe. En Musicoterapia, la prioridad es poder guiar las necesidades y los problemas del paciente a través de la música. De esta manera, la música es seleccionada o creada por su relevancia clínica, utilidad y atracción para el sujeto (Patxi del Campo, 2000). Además, la calidad musical, favorece la participación creando vivencias y experiencias creativas y gratificantes.

En el ámbito hospitalario se trabaja con música en vivo en vez de con música grabada basándonos en las investigaciones que avalan esta metodología. En ellas se comparan valores como ansiedad, vigor, tensión, fatiga, etc. antes y después de una sesión de Musicoterapia con música grabada o con música en vivo. Los cambios en estos valores son mucho más significativos, cuando la sesión es con música en directo.

Con la Música en vivo, el Musicoterapeuta puede interaccionar con el paciente, siendo consciente al instante de cada cambio que se da en él. Este feedback constante nos sirve para ir incorporando los cambios necesarios que sean de utilidad para alcanzar el objetivo propuesto.

Técnicas utilizadas

Improvisación musical: Hablando en términos musicales, improvisar se define como el arte de crear música de manera espontánea mientras se toca, más que como ejecutar una composición ya escrita. La improvisación como técnica se utiliza en diferentes marcos clínicos, entre ellos la hospitalaria. La improvisación es una técnica activa, donde el paciente y el terapeuta tocan juntos. Aunque la audición musical tiene beneficios clínicos, el hacer música de manera activa e improvisada implica la atención del niño, le lleva a comprometerse de manera activa y personal, y le permite la expresión emocional de una manera artística – creativa (Kenneth Bruscia, 1999). La flexibilidad de la improvisación no exige tener aptitudes musicales para participar, por lo que no está limitado a ningún grupo de edad ni a ningún nivel de desarrollo.(Kenneth Bruscia, 1999).

Audición Musical en vivo: En esta técnica, el paciente juega un papel pasivo, ya que no implica una actuación concreta. No toca instrumentos ni canta, sino que desempeña un papel más receptivo. Los musicoterapeutas tocan o cantan recogiendo el clima del momento presente y conduciendo la actividad musical. La audición musical puede ser muy efectiva como guía para la relajación o inducir al sueño. Se evalúan las preferencias del paciente y su entorno sonoro habitual (preferencias o hábitos musicales familiares), su edad, etc. Y se escoge la música que promueva la relajación. Por ejemplo, una pulsación constante y lenta, acordes o notas largas y predecibles en estructura y forma, puede promover una respiración pausada y profunda.

Se utilizan muy diferentes estilos y estructuras musicales. Intentando tener un abanico de posibilidades que sea lo más amplio y variado posible para poder acceder a cualquier tipo de persona sea cual sea su procedencia, edad, condición social, capacidades o patología, etc. Dependerá de cada sesión concreta que utilicemos música estimulante o sedante, triste o alegre, basada en tonos agudos o graves, tonos menores o mayores, estilos variados desde el jazz, flamenco, pop, clásico, etc. desde temas antiguos hasta los éxitos más actuales. La elección dentro de este crisol dependerá de lo que el paciente necesite en ese momento y de cual sea el objetivo a alcanzar.

Bibliografía

Betés del Toro, M., et al. (2000): “Fundamentos de musicoterapia”. Morata.

Bruscia K. (1999): “Modelos de improvisación en musicoterapia”. Vitoria: Agruparte.

Egfeller, K., B. Davis, W., Thaut, M. (2000): “Introducción a la musicoterapia teoría y práctica”. Boileau.

Thayer Gaston, E., et al. (1989): “Tratado de musicoterapia”. Paidós.

Yoshiko, F. (2006): “Musicoterapia para el asma”. Arte y Proceso.

Beth Dun (1995): “A Different Beat: Music Therapy in Children´s Cardic Care”. Royal Children´s Hospital, Melbourne, Australia. Music Therapy Perspectives, vol.13, (35 – 39)

Collen A. Lorch, Vochien Lorch, Allan O. Diefendorf, Patricia W. Earl (1994): “Effect of Stimulative and Sedative Music on Systolic Blood Pressure, Heart Rate, and Respiratory Rate in Premature Infants”. University of Tennessee Medical Center Knoxville. Journal of Music therapy, XXXI (2), (106 – 118).

Driskell Chetta, H. (1981): “The Effect of Music and Desensitization on Preoperative Anxiety in Children”. The Florida State University. The Journal of Music Therapy, XVIII (2), (74 – 87)

Gardner, W.J., Licklider, J.C.R., & Weisz, A.Z. (1960): “Suppression of pain by sound”. Science, 132, (32-33).

Malone, A. B. (1996): “ The effects of live music on the distress of pediatric patients receiving intravenous starts, venipunctures, injections, and heel sticks”. Florida State University. Journal of Music Therapy, 33(1), 19-33.

Mangeil Bailey, L. (1983): ”The Effects of Live Music versus Tape-Recorded”. Memorial Sloan-Kettering Cancer Center. Music Therapy; The Journal of the American Association of Music Therapy VOL. 3, No 1, (17 – 28).

Marley, Linda S. (1984): “The Use of Music with Hospitalized Infants and Toddlers: A Descriptive Study”. Miller Children´s Hospital, Long Beach. Journal of Music Therapy, XXI (3),(126 – 132).

Thamine P. Hatem, Pedro I.C. Lira, Sandra S. Mattos (2006): “The Therapeutic Effects of music in Children following cardiac surgery”. Journal de Pediatria. (Rio, J.) 84 (3), (186 – 92)

Sheri L. Robb, Ray J. Nichols, Randi L. Rutan, Bonie L. Bishop, Jayce C. Parker (1995): “The Effects of Music Assisted Relaxation on Preoperative Anxiety”. Shrinars Burns Institute, Galveston, Texas. Journal of Music Therapy, XXXII (1), (2 – 21)

“World Federation of Music Therapy. Definition of Music Therapy”. www.musictherapyworld.de (20 Enero 2003).

 
Texto revisado y adaptado por Cristina Oroz Bajo
Documentación original en MUSA
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Tangle: Juego Sensorial

Este juguete sensorial fantástica fue diseñado originalmente para ayudar a aliviar el estrés a través de giros repetitivos suave . Probadores encontraron la terapia del enredo ayudó a reducir el estrés y los sujetos de prueba encantó. Cuenta con un recubrimiento de goma suave agradable sensorial y con protuberancias táctiles que se sentía muy bien ! Las personas de todas las edades disfrutan de la celebración y moverla. Es ideal para uso en el hogar , el aula, o una clínica con personas de cinco años en adelante. La investigación ha demostrado el tamaño y el alcance de la terapia del enredo de movimiento también fomenta el desarrollo de la motricidad fina . A través de extensas pruebas , se maximiza la mano , las articulaciones y el movimiento muscular, mientras que todavía aliviar el estrés . Advertencia : Riesgo de parte pequeña no se recomienda para niños menores de cinco años.


Un juego sensorial para todas la edades y condiciones.
http://www.tanglecreations.com/pages/the-tangle-story

La historia de enredo se basa en el viaje Richard X. Zawitz y su búsqueda de unificar su miríada de experiencias de la vida en la creación de una forma de energía de cuatro dimensiones. Sus estudios de filosofía y el arte asiáticos Zawitz utilizó todo el conocimiento adquirido de sus grandes mentores para completar una talla de piedra llamada Primera Twist obra de arte inicio del Tangle que tenemos hoy. Una magnífica escultura de acero inoxidable, hecha de 20 secciones de tubería de 8 pulgadas de diámetro que se elevan en una serie de giros y curvas retorcidas sin fin.

Al ver la reacción de la gente a su estatua, Zawitz cuenta que necesitaba crear una versión más pequeña de su escultura que la gente podría sostener y experimentar directamente. Rápidamente se reconoció el encanto y la atracción de las personas a la energía que puede ser girada y la sensación mágica que se encuentra en el giro, en el  movimiento curvilíneo de los enredos. Los enredos tienen un inmenso efecto calmante y estimulan el libre flujo de la creatividad cuando las personas manipulan y juegan con ella, creando un movimiento y juego infinito. Cada enredo tiene 18 secciones que se pueden separar o añadir, o incluso formar diferentes formas para contar historias. Con más de 100 millones de unidades vendidas, el enredo original ha evolucionado, de hecho, en algo más que un simple juguete.

Este fantástico juguete sensorial diseñado originalmente para ayudar a aliviar el estrés a través de giros repetitivos suaves ayudó a reducir el estrés y a los sujetos de prueba les encantó. Cuenta con un recubrimiento de goma suave agradable y sensorial  con protuberancias táctiles. Personas de todas las edades y condiciones disfrutan de su juego de movimiento. Es ideal para uso en el hogar, el aula, o una clínica con personas de cinco años en adelante.

La investigación ha demostrado el tamaño y el alcance de la terapia del enredo de movimiento. A través de extensas pruebas, se maximiza la mano, las articulaciones y el movimiento muscular, mientras que aliviar el estrés. Encontramos muchísimas opiniones de personas, terapeutas, profesores, madres, médicos, administrativos, fisioterapeutas, maestros de educación especial, psicólogos…

Niños que presentan Trastornos de Espectro Autista, Síndrome de Asperger, Hiperactividad, Impulsividad o comportamientos estereotipados y autoestimulación en las manos, con déficit sensoriales, de psicomotricidad fina y conductuales. Niños que se enganchan rápidamente al juego manipulativo como apoyo a sus manos por el movimiento y por su textura. Personas que lo utilizan como terapia sensorial para calmarse en ataques de ansiedad, estrés, sensibilidad a situaciones concretas como aviones, espacios abiertos, cerrados, multitudes, personas con trastornos obsesivo-compulsivos o de control de impulsos como comerse las uñas, arrancarse el pelo o la piel con avances significativos en el control de esos dedos inquietos. Incluso personas o estudiantes que les gusta tener objetos en las manos, bolígrafos que giran, morder objetos, dibujar garabatos incansablemente… juguete que permite focalizar lo sensorial para ayudar a concentrarse y aprender mejor incluso en actividades diarias como ver la televisión, jugar en el coche, esperando al autobús…

Maestros de educación especial con más de 13 casos de diferentes grados de autismo que comparten que todos disfrutan y utilizan el Tangle. Hospitales que lo han regalado a enfermeras, médicos, personal administrativo, farmacéuticos, paramédicos… y comparten el éxito global de esta herramienta. Fisioterapeutas señalan las propiedades de este juguete sensorial y cómo a través del juego estimula, trabaja y aumenta el rango de movimiento de las articulaciones de la mano. Artritis, parálisis cerebral, dificultades en la integración sensorial, demencia…

Señalan su perfecto tamaño tanto para la manipulación como para el transporte, también habrá que ajustar este a las necesidades específicas del objeto, señalan que los más grandes son más adhoc para adultos o niños con mucha manipulación por su tamaño y mayor durabilidad, las diferentes texturas será un aspecto más personal a tener en cuenta según las preferencias sensoriales individuales. En general todos señalan la durabilidad les producto y el desprendimiento en ocasiones de las piezas con fácil reestructuración pero con peligro para los más pequeños llegando a señalar que han utilizado estas construcciones para crear otras de mayor tamaño.

Este objeto ha llegado a multitud de hogares, escuelas, familias y equipos y nadie se queda indiferente.

Es un gran pequeño juguete!

Cristina Oroz Bajo

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Apps para niños, padres y profesionales.

Aplicaciones Infantiles

    Muchas veces nos encontramos con situaciones difíciles ante la incorporación de las nuevas tecnologías con nuestros pacientes, alumnos, hijos … y nos encontramos con dificultades para encontrar recursos adecuados para nuestros pequeños. Una herramienta efectiva, motivadora y atractiva que puede generar multitud de habilidades.

   A continuación describiré algunas aplicaciones orientadas al desarrollo cognitiva, perceptivo, emocional…  después de muchas horas de estudio e investigación y pruebas, todos ellos los utilizo con mis «niños» con y sin dificultades y me han dado unos resultados excepcionales, cada uno diseñado para unas habilidades en concreto pero todos ellos sencillos, bien diseñados y aconsejables desde el punto de vista profesional, escolar y familiar.

      Hoy me permito el lujo de hablar de «MyFirstApp» es un proyecto de tres desarrolladores padres de niños entre 1 y 7 años. Ingeniero informático, diseñador gráfico y psicólogo educativo. Color, música y grafismo están perfectamente fusionaras. Emparejamiento, asociación, categorización, relación, síntesis, razonamiento, deducción, motivación, objetos cercanos, memoria, psicomotricidad fina, coordinación oculo-manual… entran en juego multitud de habilidades para la estimulación y el desarrollo de los más pequeños. A mi juicio son unos juegos educativos que no podrían faltar en nuestros dispositivos touch-pad. He pasado horas investigando y creo que tienen unas características gráficas, de contenido y motivación increíbles para los más pequeños. Hay tal variedad de juegos que capta seguro la atención de todos los pequeños y la creciente dificultad por rangos de edad está muy bien adecuada para realizarlos de manera autónoma.

      En el campo de la educación especial, por supuesto, dada la alta motivación que ofrecen estos dispositivos para nuestros niños con necesidades educativas especiales se hacen imprescindibles para cualquier familia, terapeuta o profesor. A parte que ofrecen packs para utilizarlos con hojas de registro, gráficas, adecuación a cada niño…

      Muchas gracias a estos magníficos profesionales mi más sincera enhorabuena.

Cristina Oroz Bajo

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Aplicaciones Infantiles recomendadas

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