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SEÑALES DE ALERTA PARA DETECTAR EL AUTISMO

detectar TEA

Detectar y diagnosticar a un niño con rasgos TEA es muy importante para poder ofrecerle una mejor y temprana atención terapéutica, ofreciéndole, así, una respuesta adecuada a las posibles necesidades transitorias o no que presenten en su desarrollo beneficiando, de este modo, al pequeño y en consecuencia de todo su entorno. 

El desarrollo infantil en los primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción social. Pero con facilidad podemos observar que cada niño es un mundo y que, por ello, adquieren las mismas habilidades a diferentes tempos, llevando a cabo su propio proceso. No obstante, debemos estar atentos y fijarnos si pasado un tiempo prudencial no desarrollan dichas habilidades o siguen mostrando carencias o dificultades.

Por ejemplo, dificultades para relacionarse con otras personas, como la forma en que presenta atención por algunos aspectos o objetos concretos o se desenvuelve con su entorno, pueden ser signos de alerta, los cuales pueden suponer un retraso en la adquisición del habla, del lenguaje o lo que es más complicado, un trastorno del desarrollo o del espectro del autismo. Hay que estar atentos y observar si se presentan estas características junto a otras particularidades especificas para poder informarnos y orientarnos de que posibilidades podemos ofrecerle a nuestro pequeño.

Más abajo, se presenta una imagen y una lista de que aquellas señales de alerta más destacadas y a tener en cuenta. Es una lista de señales de alerta que los niños de 12 a 24 meses pueden presentar si presentan riesgo de tener TEA. De todos modos, esto es tan solo es un listado de indicios a tener presente y para poder empoderar a todos aquellos papás y mamás que sospechan que algo no acaba de funcionar bien, pero solo un profesional cualificado y con experiencia puede diagnosticar correctamente si alguien presenta o no TEA.

 Los niños de 12 a 24 meses con riesgo de tener un TEA puede que SI:

  • Hablen o balbuceen con un tono de voz extraño.
  • Muestren una rara sensibilidad a alguna entrada sensorial (luces, sonidos, texturas).
  • No sueltan algún objeto, aunque lleven con él mucho tiempo.
  • Hagan movimientos extraños con el cuerpo o las manos, como aleteos o movimientos rítmicos de la cabeza.
  • Jueguen con sus juguetes de una forma extraña y repetitiva.
  • No muestren entusiasmo por explorar cosas nuevas o parezcan poco activos.
  • Se enfaden en exceso o sean difíciles de calmar.

Los niños de 12 a 24 meses con riesgo de tener un TEA puede que NO:

  • Señalen cosas con el dedo o pidan de esta manera cosas que quieren.
  • Balbuceen o hablen con otra persona en un amago de conversación.
  • Intenten hacerse con la atención de otros.
  • Sonrían en respuesta a tu sonrisa.
  • Hagan un buen contacto visual.
  • Muestren objetos a otros.
  • Respondan cuando se les llama.
  • Miren cuando intentas dirigir su atención hacia otros.
  • Les guste que les abracen o les mimen.
  • Digan sus primeras palabras entre los 12 y los 24 meses.
  • Usen gestos comunes y un lenguaje corporal claro.
  • Muestren que comparten una alegría o una diversión.
  • Muestren interés en otros niños.
  • Tengan una gran variedad de expresiones faciales.


Bibliografía:

Texto escrito por MARIONA ALSEDÀ FLORENSA

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