El aprendizaje es un proceso a través del cual el ser humano adquiere o modifica sus habilidades, destrezas, conocimientos o conductas. Pareciera que es un proceso sencillo pero se tiñe de aspectos previos como la anticipación, el contacto ocular, la atención sostenida, la motivación…
Estoy segura de que habréis oído en multitud de ocasiones hablar de Aprendizaje Significativo, y que ya sabéis lo que es, no obstante, para que no haya duda, el aprendizaje significativo es aquel que se integra y modifica la conducta, y que además se mantiene en el tiempo. Eso tiene que ver mucho con un aspecto que se da dentro del mismo proceso: la generalización.
La generalización es la capacidad de transferir ese aprendizaje a otros ambientes, otras personas, otros objetos… para nosotros es la señal inequívoca de que ese aprendizaje ha sido interiorizado por el niño y modifica sus pasos en la orientación hacia la vida y su entorno.
Pero…
¿En qué consiste el método ABA?
Antes de nada, ABA es el acrónimo de un término inglés «Applied Behavior Analysis», es decir, análisis aplicado de la conducta o análisis conductual aplicado. Este método está destinada a evaluar y corregir conductas no deseadas, así como a fomentar la adquisición de habilidades apropiadas.
Se trata de una metodología efectiva para la enseñanza de niños que presentan trastornos del desarrollo o están en el espectro autista, dada la complejidad y los desafíos que conlleva su proceso de aprendizaje.
No obstante, su utilidad se extiende a una variedad de poblaciones. Además de los niños con TEA, la terapia ABA ha demostrado ser efectiva para enseñar a niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), síndrome de Down y otros trastornos del neurodesarrollo.
Es importante destacar que la terapia ABA no solo se enfoca en eliminar las conductas no deseadas, sino que también busca fortalecer las habilidades adaptativas, lo que la convierte en una herramienta valiosa a lo largo de toda la vida.
En la metodología ABA este proceso de generalización tiene un gran peso por que es lo que hace avanzar en la escalera evolutiva y es el punto final del aprendizaje de cualquier habilidad, destreza, conocimiento o conducta.
El método ABA y la generalización
Muchas padres dudan acerca de cómo debe ser distribuida la terapia ABA, así que vamos a tratar de arrojar algo de luz sobre este tema a través de la generalización.
Veamos… cuando la enseñanza se programa bajo un prisma ABA, la generalización juega un papel clave, y ahora entenderás porque:
1. Ambientes
Como principales espacios de intervención en la vida de un niño tendremos:
a. La casa
b. La escuela
Dentro de la casa, los espacios donde se puede intervenir incluyen la habitación, la cocina, su habitación, el baño, etc.. En cada uno de estos entornos el niño puede desarrollar habilidades específicas a través de diferentes actividades.
También podemos hacer intervenciones en otros ambientes que rodean al niño y que pondrán a prueba la consistencia de su aprendizaje: el parque, el supermercado, en la escuela, en la zapatería… Se le dan herramientas al niño para que todo el aprendizaje y todo el control conductual se mantenga igual en cada ambiente del cual participa.
2. Espacios
Imaginemos dentro de cada uno de esos ambientes que mencionamos los espacios y en consecuencia las diferentes actividades dentro de cada espacio.
Un ejemplo de actividades del método ABA podría ser aprender a seguir instrucciones para ayudar en la preparación de la comida en la cocina, mientras que en su habitación, puede desarrollar y entrenar habilidades de autonomía para realizar tareas como ordenar la ropa o hacer la cama.
3. Personas
La generalización también implica que el niño sea capaz de responder igualmente a cualquier persona de su entorno, su madre, su padre, sus hermanos, profesora, abuelo… cualquier persona de su entorno.
Esto significa que las habilidades adquiridas deben ser transferibles a diversas interacciones sociales, asegurando que el niño pueda comunicarse, cooperar y relacionarse de manera efectiva con una variedad de personas en su vida cotidiana.
4. Formatos
También se hacen todo tipo de generalizaciones en cuanto a materiales. Otros ejemplos del método ABA sería el trabajo sobre material 3D, 2D o en libro. También trabajamos con el formato imagen real, imagen dibujada, abstracta o de forma gráfica.
El niño debe ser capaz de identificar y comprender conceptos presentados tanto en un libro de texto como en un video educativo, demostrando así la flexibilidad y la transferencia de habilidades entre diferentes formatos.
5. Disposiciones
Qué diferente es una habilidad sentado en mesa, de pie o sentado en el suelo. Toda esta variabilidad le da al niño la oportunidad de mantener estos aprendizajes en cualquier medio en el que se encuentre.
Por ello, la generalización en la terapia conductual ABA, también implica la capacidad del niño para adaptarse a diferentes disposiciones físicas, como estar sentado en una mesa, de pie o en el suelo.
Por ejemplo, si un niño ha aprendido a seguir instrucciones mientras está sentado en una mesa durante una sesión de terapia, también debe poder seguir esas mismas instrucciones mientras está de pie o sentado en el suelo en un entorno diferente.
Esto asegura que las habilidades adquiridas no estén vinculadas únicamente a una disposición específica, sino que sean aplicables en una variedad de situaciones y contextos físicos.
La generalización es el examen más difícil para un niño “típico” imaginemos el esfuerzo de inhibición de estímulos, de habilidad de adaptación, de control de transiciones y de motivación hacia la actividad que tienen que intervenir en cada uno de estos procesos.
El método ABA en autismo
ABA es un método muy utilizado para el aprendizaje de niños con autismo, es igualmente beneficioso y efectivo con otros trastornos del desarrollo.
Y su uso, incluso va más allá de los trastornos del desarrollo, ya que puede aplicarse en contextos educativos y clínicos para mejorar el rendimiento académico, la adquisición de habilidades cognitivas y la reducción de comportamientos problemáticos en niños y adultos.
Espero que os animéis a profundizar y aplicar la metodología ABA con vuestros pequeños.
También os animamos a contarnos como manejan vuestros niños todos estos aspectos, estamos seguros que analizándolos podréis llegar a diagnosticar dificultades, puntos fuertes y otros de ataque en la intervención directa en su generalización de habilidades!!
Cristina Oroz Bajo
